Vocabulario Platón.
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ALMA (psycke).-
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Entidad
Inmaterial, distinta y contrapuesta al cuerpo. De origen divino, preexiste al
cuerpo y goza de Inmortalidad. De Naturaleza tripartita (apetito, ánimo y
razón), la parte superior es la racional por la que se pone en contacto con
el mundo de las Ideas, con las que guarda una connaturalidad o afinidad.
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AMOR (Eros).-
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Aspiración
y tendencia del hombre hacia lo que le perfecciona. Anhelo que comporta un
impulso dinámico para la búsqueda de la Belleza y el Bien.
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BIEN.-
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Idea
suprema. Principio incondicionado, fuente de verdad y ser de las demás Ideas.
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CIENCIA (Episteme).-
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Conocimiento
intelectual de lo universal o inmutable del ser verdadero o mundo
suprasensible (Ideas). Sólo puede llegar al entendimiento y no los sentidos,
que siempre son fuente de meras opiniones. Platón distingue dos grados: la
dianoia, o razonamiento discursivo en virtud de hipótesis-, propio de las
matemáticas, y la noesis (grado más perfecto de conocimiento) que consiste en
la contemplación directa, intuitiva, de lo auténticamente real: las Ideas.
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CREENCIA
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Conocimiento
sensible de objetos materiales (Vid. OPINION).
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Demiurgo.-
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Artífice
supremo. Ser divino, inferior a las Ideas, que se sirve de la materia, para
la ordinacion del mundo sensible. No es creador, sino que tan solo introduce
orden en el desorden caótico del elemento material, modelándolo conforme a
los arquetipos o modelos que son las Ideas.
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Dialéctica.-
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Tiene dos
sentidos : en el primero designa el auténtico conocimiento filosófico: la
ciencia de las Ideas, y en el segundo, el método de la filosofía: el camino
para alcanzar ese conocimiento. Por medio de Ia Dialéctica, el hombre se
eleva desde lo particular y mudable a lo universal e inmutable: el mundo de
las Ideas. El método comporta la exposición y contraargumentación entre
interlocutores para buscar la esencia de las cosas y facilitar, así, el
ascenso al mundo de las Ideas.
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Dianoia.-
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Conocimiento
de hipótesis matemáticas (Vid. Ciencia).
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Filósofos gobernantes
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Les
corresponde el gobierno general de la ciudad. Su virtud esencial es la
sabiduría.
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FORMA .- Idea (Vid. IDEA).
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Virtud que
permite superar el sufrimiento y sacrificar el placer, si así lo exige el
deber. Es propia de los guardianes.
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FORTALEZA DE ÁNIMO (CORAJE).-
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GUARDIANES-GUERREROS.-
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Encargados
de velar por el orden y la defensa de la ciudad, correspondiéndoles, para
hacer elicaz su labor, la virtud de la fortaleza.
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HIPOTESIS.-
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Proposición
no demostrada (algo que se supone), que sirve como punto de partida para
aceptar o rechazar algún contenido de pensamiento
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HOMBRE.-
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Compuesto
de dos realidades sustanciales irreductibles cuerpo y alma, que, temporal y
accidentalmente, se unen entre sí. El alma es la parte más noble y
definitoria del hombre.
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IDEA (Eidos).-
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Realidad
inteligible. Ser verdadero. Entidad inmaterial, subsistente en sí misma,
inmutable, eterna, que existe en un mundo transcendente, suprasensible,
separado del mundo material o sensible.
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IMAGINACION.-
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Conocimiento
sensible de imágenes (Vld. OPINON) ·
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Justicia.-
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Orden y
armonía en la vida moral personal y en la complejidad de las relaciones
sociales. Solo se realiza cuando cada miembro de la sociedad se encuentra
centrado en su propio puesto y actividad
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MATERIA.-
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Receptáculo
o"matriz" primordial de todo lo sensible. Indeterminada e
ininteligible. Caótica. Eterna. Antítesis del Bien, es el extremo límite
negativo de la realidad y principio de alteridad y corrupción de los cuerpos.
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MUNDO INTELIGIBLE (Cosmos noetós).-
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Mundo de
las Ideas, en el que estas subsisten, formando un reino propio, jerarquizado,
bajo la Idea Suprema de Bien. Es el objeto propio de la ciencia, conocimiento
objetivo y universalmente válido.
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MUNDO SENSIBLE.-
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Realidad física,
móvil, conocida por la experiencia sensible y, en cuanto tal, objeto de mera
opinión, conocimiento solamente aproximativo o conjetural.
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NOESIS.-
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Contemplación
intelectual, intuitiva, de las Ideas (Vid. CIENCIA).
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OPINION (Doxa).-
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Conocimiento
a que da lugar la captación del mundo sensible, o mundo cambiante de las
cosas materiales, que son copia de las Ideas. Admite dos grados la
imaginación (elkasia) que alcanza meras imágenes de las cosas sensibles, y la
creencia (pistis) que se refiere ya a los objetos materiales.
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Participación (Méxesis).-
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Expresa la
relación en que se encuentran las cosas materiales con referencia a las
Ideas, que son su paradigma o modelo. Se traduce en tener de modo limitado
algo que, "en si", se encuentra de forma completa y perfecta. Por
ejemplo, las cosas son bellas por" participación" de lo bello en si
(la Belleza, que es una idea). Supone, por tanto, una peculiar causalidad de
las Ideas sobre el mundo sensible.
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PRODUCTORES-ARTESANOS (PUEBLO).-
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Tienen por
misión subvenir las necesidades materiales de la ciudad y deben ser
perfeccio-nados por la virtud de la templanza.
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REMINISCENCIA (Anámnesls).-
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Recuerdo de
lo ya conocido por el alma humana en su existencia preterrenal. Consiste en
el despertar del conocimiento que el alma posea antes de caer en este mundo,
por estar disfrutando de la contemplación de las Ideas en el mundo
inteligible.
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SABIDURIA.-
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Virtud
propia de los filósofos, que se encaminan por medio de la dialéctica-a la
contemplación de las Ideas, y en particular a la Idea de Bien. Una vez
alcanzada, les permite discernir lo bueno o malo, tanto en el plano
individual como colectivo.
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Templanza.-
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Virtud que
gobierna el apetito, estableciendo como un cierto orden y continencia en los
placeres. Es propia del pueblo o artesanos.
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Unión accidental (de alma y cuerpo).-
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Relación
entre dos realidades contrapuestas que están unidas-en el hombre-de modo
violento, antinatural. El cuerpo es, para Platón, como la cárcel del alma,
una tumba. Por eso, el alma aspira a separarse del cuerpo, purificándose de
la materia en que se encuentra.
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Virtud.-
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Disposición
del hombre a obrar en conformidad con su naturaleza y con el orden universal,
que conlleva la armonía del alma una justa proporción entre las partes,
jerarquizadas, del alma y un equilibrio entre ellas. La preeminencia entre
las virtudes corresponde a la sabiduría que se orienta a la contemplación del
Bien en sí, cuyo conocimiento constituye la condición necesaria para la recta
dirección práctica del actuar humano.
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